VIENA, Austria - Un trallazo desde fuera del área de Firmino dio la victoria (1-2) a una selección brasileña gris, que ofreció más oficio que buen fútbol ante una combativa Austria.
Brasil consigue un triunfo gris ante Austria para cerrar el 2014
n trallazo desde fuera del área de Firmino dio la victoria (1-2) a una selección brasileña gris ante Austria.
Este sexto amistoso del Brasil de la nueva era de Carlos Dunga -tras el fracaso del pasado Mundial- quedará en las estadísticas como el primero en el que encajó un gol, un penalti transformado por Aleksandar Dragovic en el minuto 75.
Austria planteó un partido intenso y físico, con la idea de presionar las líneas de pase brasileñas y aprovechar la velocidad de sus extremos.
Los europeos salieron con tal ímpetu que tras una saque de falta de Zlatko Junuzovic el delantero Rubin Okotie palmeó el balón a la red como si de un jugador de voleibol se tratase.
Las jugadas más peligrosas de la primera mitad fueron austríacas, especialmente por la hiperactividad del extremo Marko Arnautovic por la izquierda.
En el minuto 15, Diego Alves tuvo que despejar de puños un córner muy cerrado tras una jugada por la izquierda, donde el lateral brasileño Danilo pasó más de un apuro.
Minutos después, un potente disparo desde la derecha del área del lateral Florian Klein salió a córner tras una buena combinación local.
Brasil hizo un amago entonces de intentar gobernar el partido desde el centro del campo, pero no encontró la pausa necesaria para darle criterio al cuero.
Si bien Luiz Gustavo y Fernandinho aportan solidez defensiva, su falta de tacto con el balón ocasiona a veces un apagón en la medular brasileña. Y eso tiene un precio: por ratos los talentosos Oscar, Williams y Neymar se encontraban totalmente desconectados del juego en la zona de tres cuartos.
Neymar, que en la nueva era Dunga ha marcado siete de los 12 tantos de la Canarinha, mostró más afán que brillantez. El estadio le despidió cuando fue sustituido en el tiempo añadido con una sonora pitada.
El Brasil de Dunga fue este martes un equipo de área a área, sin apenas tránsito por el medio campo y sin la capacidad para desmontar con velocidad la ordenada zaga de Austria.
En el minuto 27, el defensa del Atlético de Madrid Miranda, un fijo en el centro de la defensa de Dunga, se marchó lesionado tras dolerse en un muslo después de un despeje. Thiago Silva le sustituyó y disfrutó de sus primeros minutos con el nuevo seleccionador brasileño.
La Canarinha empezó a desperezarse en el último tramo de la primera parte, con un disparo lejano de Oscar que atajó bien Robert Almer. Fue la única intervención del meta austríaco en la primera mitad.
Poco después David Luiz lanzó una falta cerca del frontal del área que se marchó por encima de la meta local.
La segunda parte siguió con el mismo guión: Brazil jugando a fogonazos y dependiendo de las acciones individuales, y Austria tratando de explotar la velocidad de sus atacantes a la contra.
A partir del minuto 60, Brasil impuso su músculo en el centro del campo y empezó a dominar el partido. En una acción de Firmino que salió a córner llegó el gol de David Luiz.
El saque de esquina de Oscar lo remató a la red el central del París Saint-Germain tras quitarse de encima a Stefan Ilsanker en un forcejeo en el que el árbitro podría haber pitado falta.
Con Austria ya desfondada y aturdida por los cambios, llegaron unos buenos minutos de un equipo de Brasil que necesita espacios y velocidad para mostrar su mejor cara.
Austria, por medio de Arnautovic, tuvo una posibilidad con un disparo desde dentro del área que salió alto.
Poco después Oscar cortó un contragolpe austríaco con una clara falta dentro del área a Weimann. Dragovic engañó a Diego Alves y marcó con un tiro raso.
Cuando parecía que el partido quedaría en tablas, Firmino soltó un latigazo desde fuera del área en una jugada aislada que se coló por la escuadra izquierda austríaca. La calidad individual decantó el duelo.
En la segunda etapa de Dunga como seleccionador se cuentan los partidos de Brasil por victorias. En EEUU Brasil derrotó a Colombia y Ecuador por 1-0, en Pekín se impuso a Argentina por 2-0, en Singapur a Japón por 4-0 y en Estambul a Turquía por 0-4.
Estas pruebas buscan recuperar la confianza perdida en el pasado Mundial en casa, marcado por la humillante derrota por 1-7 ante Alemania en semifinales en el Estadio de Mineirao, y preparar el camino para la Copa América del año que viene en Chile.