El argentino River Plate y el peruano Juan Aurich igualaron 1-1 (1-0) en un partido por la cuarta fecha del Grupo 6 de la Copa Libertadores de América 2015, disputado la noche del jueves en el estadio Monumental en Buenos Aires.
River se complica la vida en la Libertadores y ayuda a clasificar a Tigres de México
El argentino River Plate y el peruano Juan Aurich igualaron 1-1 (1-0) en un partido por la cuarta fecha del Grupo 6 de la Copa Libertadores de América 2015.
Gabriel Mercado, a los 25 minutos, marcó el gol que le daba la esperanza a River, pero el conjunto peruano lo igualó a través de Marcos Delgado (89).
Con este resultado, y tras completarse la cuarta fecha, el Grupo 6 es encabezado por el mexicano Tigres, que reúne 10 puntos y se aseguró la clasificación a los octavos de final, mientras que Juan Aurich (5), River y el boliviano San José de Oruro, ambos con 3 unidades, pelearán por la segunda plaza.
Luego del empate (1-1) de la semana pasada en Chiclayo, River llegaba a este encuentro con la necesidad de ganar, pero en definitiva tuvo que resignarse a un empate que complica muchísimo sus aspiraciones de clasificación, ya que en los últimos dos partidos deberá ganarle al boliviano San José y rescatar un resultado positivo de su visita a Tigres.
El actual campeón de la Copa Sudamericana, sin la solidez que exhibió a finales de la temporada pasada, debió de todos modos quedarse con el triunfo, y en realidad generó situaciones para alcanzar una goleada de proporciones históricas, pero no facturó sus situaciones e hizo realidad aquel lugar común de que "los goles que no se convierten se reciben en el arco propio".
Ya desde los primeros minutos River empezó a inclinar la balanza sobre el arco visitante, y a convertir en figura a Gallese, que se lució para sacar a puro reflejo un cabezazo de Rodrigo Mora, y luego el arquero perdió la pelota, pero Sánchez no pudo aprovechar solo frente al arco vacío.
Convertido en un torbellino, River se lanzó sobre el terreno peruano con toda su artillería, con espacios generados a partir de la endeble o nula marca que ejercían los visitantes, y con envíos de balón detenido con muchas facilidades para cabecear.
Justamente por esa vía llegó el gol de River, con un centro desde la derecha que el colombiano Teófilo Gutiérrez, en una noche fatal, no definió bien, pero el balón le quedó servido a Mercado, que no dudó en 'fusilar' a Gallese mientras los defensores sólo atinaban a mirar la escena.
A todo esto, Juan Aurich a duras penas podía llegar hasta la mitad de la cancha, y ni siquiera podía acercarse al área local, a la vez que River encontraba un campo ideal para atacar sobre el sector izquierdo, por donde Funes Mori, Rojas y Pisculichi desbordaban cuantas veces se lo proponían.
Después de otro centro desde la izquierda, Mora llegó para conectar por el centro, pero el remate del uruguayo no tuvo fuerza y llegó a las manos de Gallese, que sí debió esforzarse para sacar por arriba una emboquillada de Mora, y enseguida, manoteó con lo justo para desviar un cabezazo de Funes Mori que se colaba en un ángulo.
Para la segunda mitad, ante la pálida imagen que daba su equipo, el DT Roberto Mosquera dispuso cambios con los ingresos de Ubierna y Valoyes, y Juan Aurich empezó a salir del asedio, y tuvo una interesante ocasión con un tiro libre de Pacheco que rozó el palo derecho de Chiarini.
Pero en cada ataque era River el que amenazaba más, y el segundo gol parecía al caer, aunque 'Teo' Gutiérrez demostró su mal momento al estrellar un tiro en el poste derecho luego de eludir al arquero, y segundos después, remató al palo izquierdo de media vuelta.
Entre los postes y Gallese mantenían a flote a Juan Aurich, que volvió a salvarse cuando el colombiano Gutiérrez remató nuevamente al travesaño.
Sin embargo, el visitante encontró el empate cerca del final en un tiro libre aislado, cuando llegó el centro al área y Delgado entró por la derecha para vulnerar a Chiarini con un bombazo imparable, que enmudeció al Monumental, para decretar un 1-1 que fue un castigo durísimo a la ineficacia de River, y un premio con aroma a milagro para un Juan Aurich que respira, y se anima a soñar.