Bayern Múnich

    El Leipzig polariza Alemania

    El recién ascendido aunque con poder económico Leipzig polariza opiniones en Alemania y compite por el liderato con Bayern Múnich


    Por:
    Redacción.

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    BERLÍN, Alemania, oct. 30, 2016.- El Leipzig -recién ascendido a la Bundesliga- se ha consolidado como el perseguidor más cercano del Bayern Múnich, a sólo dos puntos de distancia, y es un club que tiende a polarizar a los alemanes.

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    Las comparaciones con el Leicester, vigente campeón inglés, o con el Kaiserslautern que, recién ascendido, se coronó campeón alemán en 1998 confunden.

    No estamos ante un equipo humilde y sin recurso que haga verdad la legendaria frase de Otto Rehagel, al coronarse campeón con el Kaiserslautern, de que "los millones no marcan goles" sino de un proyecto que ha tenido un sólido respaldo financiero.

    En su última temporada en segunda división el club gastó más en fichajes que los otros 17 equipos juntos.

    Algunos ven al Leipzig como un producto artificial del comercio y como un club que ha encontrado caminos para burlar algunos de los estatutos de la Bundesliga. Otros lo ven como la cara del este y resaltan lo que le aportado la inversión del consorcio de bebidas Red Bull.

    Las particularidad del club empiezan por el nombre oficial, RasenBall Leipzig, que nadie utiliza.

    El equipo no se podía llamar Red Bull porque la reglamentación del futbol alemán prohíbe que un club tenga el nombre de una empresa, con las excepciones del Bayer Leverkusen y el Carl Zeiss Jena que surgieron ya en el interior de sus respectivas compañías.

    La sigla RB, sin violar formalmente la norma, apunta al Red Bull, la empresa que se inventó el equipo que también suele ser llamado los Toros Rojos como si se necesitase una alusión más precisa.

    Los críticos ven al RB Leipzig no sólo como un producto artificial sino que lo ven como un peligro para la cultura futbolística.

    Uno de los focos de la crítica es la manera como ha logrado esquivar la regla que exige que los inversores externos no puedan tener más del 49 por ciento de un equipo y que la mayoría siempre la deben tener los socios, representados por el club.

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    El RB Leipzig se presenta como club pero el club sólo tiene cerca de 10 socios y estos son todos personas cercanas a Red Bull. La posibilidad de que los seguidores sean socios, además, no está contemplada.

    El club tiene la mayoría, como lo exige la norma, pero el club y el inversor son casi idénticos.

    Eso produce resistencias de los seguidores tradicionales de otros clubes. Los ultras del Borussia Dortmund, por ejemplo, decidieron boicotear al partido a domicilio contra el Leipzig.

    Los del Dynamo Dresde fueron menos civilizados y lanzaron al campo una cabeza de toro cortada en un partido de la Copa de Alemania.

    En todo caso, el equipo está de momento en la parte de arriba de la tabla, con seis puntos más que el Dortmund. Y el este ha vuelto a la primera categoría del futbol alemán gracias a la sigla RB.

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