Con la entrega al premio al Mejor jugador de la FIFA aproximándose, el organismo rector del balompié internacional publicó una entrevista con Bruno Chetoux, el entrenador de los años mozos del pequeño Napoleón del Atleti, Antoine Griezmann.
Antoine Griezmann se hizo en España porque en Francia lo rechazaban por pequeñín
El entrenador que lo enseñó a jugar declaró que a él no había nada que enseñarle, pues tenía un talento nato y un hambre de triunfo insaciable.
"Él jamás se olvidaba de bajar a defender cuando se necesitaba. Tenía ya una gran idea de la importancia del esfuerzo en equipo y bastante entendimiento de lo táctico", dijo sobre ese raro talento pocas veces visto, "nuestra misión como entrenadores es enseñar cuán importante es el trabajo colectivo y Antoine era el primero en sacrificarse a pesar de ser capaz de hacer la genialidad individual".
Sin embargo, el chico oriundo del poblado de Macon en el oeste de Francia debió emigrar a San Sebastián en España para hacerse profesional con la Real Sociedad. "En aquella época [en Francia] le daban preferencia a los futbolistas grandulones. Hoy día preferimos desarrollar jugadores más compactos, participativos, y técnicos... Y quizás eso se debe a Antoine".
Grizou, como se conoce a Griezmann cariñosamente, hizo su debut con tan solo 19 años de edad en la Real y a las pocas temporadas capturó la atención de un pulidor de diamantes en bruto: Diego Pablo Simeone. "No es de los mejores, le digo que no escuche lo que la gente dice y que continúe trabajando. Aún puede mejorar muchísimo porque es joven", comenta el "Cholo".
"Cuando el tiempo llegue, todo caerá en el lugar adecuado para él".
Chetoux no tiene dudas de que Griezmann era un niño con mentalidad ganadora. "En Macon teníamos una pequeña escuadra que se hizo fuerte y alcanzamos invictos la final. Desafortunadamente la perdimos y Antoine no esperó a recibir su medalla de segundo lugar yéndose del campo con el balón bajo el brazo y lágrimas en los ojos".