Javier Aguirre, técnico del Leganés, volvió a ser cuestionado sobre su permanencia con el equipo madrileño y el mexicano, de nueva cuenta, dejó en el aire su futuro en el equipo.
Javier Aguirre deja otra vez en el aire su futuro con Leganés
El mexicano habló también de la suma importancia que tendrá el juego ante Éibar la siguiente jornada.
"¿Mi futuro?, yo estoy feliz en Leganés, me encanta Madrid y estoy cerca de casa y nada, lo que sucede es que esto es cada domingo, bueno tres o cuatro días, no me aventuro a hablar del futuro porque no lo tengo claro".
Javier Aguirre fue preguntado por enésima ocasión sobre las asuencias que ha tenido el equipo y aseguró que cuenta con 23 jugadores que desean la salvación y que no sirve de nada llorar por los que no están.
"Es futbol, aquí el que llora, pierde… y yo no lloro nunca, nunca jamás me verás llorar, ni quejarme, nada de nada. Tengo 23 valientes ahí dentro con ganas de meter goles, de evitarlos y de quedarse en Primera División, él que no está, no está y que le vaya bien”.
El mexicano valoró la victoria contra el Espanyol para sacudirse la presión un poco, pero sabe que el siguiente compromiso será igual de fundamental para evitar el descenso.
"Vamos a ver si somos capaces en Éibar de ser sólidos, ordenados y mientras haya vida hay que tirar de la esperanza. Somos profesionales, tenemos orgullo, podemos tener partidos buenos o malo, pero mientras yo esté aquí correremos, lucharemos y pelearemos".
Javier Aguirre también tuvo palabras sobre Oscar Rodríguez, jugador importante del Leganés, pero que no ha jugado por una lesión o algún tipo de roce con el técnico mexicano.
“Óscar quería seguir jugando en el segundo tiempo contra Granada, yo lo paré en seco y le dije que no, que paráramos ahora y lo tenía para el siguiente partido. De ahí no sé qué pasó, el caso es que ya no está más con nosotros".
El estratega tiene seguro que no podrá contar para los últimos cuatro partidos con el canterano del Real Madrid: "Óscar ya no va a jugar el resto de la temporada, habrá que preguntarle qué sucedió a partir de ese día que el doctor me dice que hay una contractura, que si jugaba se podía romper".