Con poco más de 17 años como futbolista profesional, recorriendo canchas de México, Italia, Inglaterra, Portugal y España, el veracruzano Miguel Layún, puso un alto a su carrera, lo hizo como pocos lo pueden lograr, cargado de éxitos, títulos, pero sobre todo con el respeto que le tienen propios y extraños.
Indicador Futbolero | Se va Miguel Layún, el hombre de la férrea voluntad
El defensa dejó el futbol después de conseguir cumplir todo sus sueños dentro del terreno de juego.
Echando atrás la máquina del tiempo, nos trasladamos al 2009 cuando de manera sorpresiva y poco creíble para esa época, un jovencito espigado surgido de los Tiburones de Veracruz anunció, sin todos los reflectores sobre él, que emprendería una aventura por el futbol italiano.
Ahí fue cuando el nombre de Miguel Layún quien en 2007 había debutado en la Primera División, ocupó los espacios de la prensa, no sólo veracruzana sino nacional, porque se iba a probar fortuna con el Atalanta de Bérgamo, equipo que peleaba en ese entonces por evitar perder la categoría en ´Il Calcio´ de Italia.
Miguel pasó a la historia por ser el primer futbolista mexicano en jugar en la liga de Italia con el Atalanta, aunque su estadía se resume a sólo cuatro meses de agosto a diciembre de 2009, en ese corto periodo jugó 33 minutos en dos partidos. En su debut estuvo nueve minutos contra el Hellas Verona y posteriormente vio acción 24 frente el Cagliari.
Finalmente fue convocado a seis partidos de liga y una en copa, pero siempre se quedó en la banca, la poca actividad y bajo la asesoría de su entonces representante Guillermo Lara, decidió regresar a México para enrolarse con el América, donde su esfuerzo, empeño y voluntad por trascender lo llevaron a la cúspide.
Demostró en sus primeros años con las Águilas que si algo le sobraba era perseverancia, pero ante todo la fortaleza mental que apuntaló con la ayuda de la sicóloga Claudia Rivas, para derrumbar cualquier barrera, pese a los ataques constantes que crearon en ese entonces el lema “Todo es culpa de Layún”, una frase que a otro lo pudo hundir, pero no a Layún.
Todo lo que vino después de vencer ese estigma que públicamente le colgaban, fue exitoso para Miguel, se volvió aferrar a su sueño europeo, se marchó al Watford de Inglaterra al cual ayudó para ascender a la Liga Premier, emigró a Portugal con el Porto, se le abrieron las puertas de España con el Sevilla y el Villarreal.
Volvió a México en 2019 con Rayados y en 2021 fue contratado por el América, donde a dos años de distancia decidió su retiro de las canchas. Se marcha con cuatro títulos de Liga MX, tres con las Águilas, uno con Monterrey, además con los regios obtuvo una Copa MX, y en dos ocasiones la Concachampions, además con Porto fue campeón de liga.
Esa férrea voluntad lo llevaron a ser dos veces mundialista con el Tricolor en Brasil 2014 y Rusia 2018, en el equipo mexicano también se convirtió en un referente, es decir que Miguel Layún en todo este tiempo como futbolista profesional demostró que sin importar las barreras que se deban sortear, lo que jamás se debe perder es el sueño por trascender.