La velocidad y la energía usadas por el paraguayo Miguel Samudio para perseguir a Jürgen Damm por la banda así como la marca de calcomanía de su compatriota Bruno Valdez sobre André-Pierre Gignac recordaron las formas en que la zaga de River Plate "secó" a los Tigres: anti-fútbol y artes negras.
El anti-fútbol y la rudeza como antídoto al temible ataque de Tigres
River Plate no era mejor equipo que la UANL, pero "cancherearon" y ganaron categóricamente la Libertadores.
Recordemos que en la Copa Libertadores del 2015 la escuadra de Monterrey y la escuadra de Buenos Aires compartieron el mismo grupo y que (tanto en la ida como en la vuelta) los de Ricardo Ferretti demostraron ser superiores a los de Marcelo Gallardo. Es más, Tigres ayudó a River a pasar de ronda.
¿Cómo fue que River logró revertir su suerte ante el conjunto más cotizado de la Liga MX?
Lo logró con anti-fútbol: la zaga "millonaria" no reparó en utilizar rudeza innecesaria ante la delantera felina. Jonathan Maidana y Ramiro Funes-Mori machacaron los tobillos de Gignac y de Rafael Sobis ante la complacencia del arbitraje sudamericano. Por las bandas, Leonel Vangioni y Gabriel Mercado le mostraron a Javier Aquino y al propio Damm que la Libertadores es la Libertadores.
Muchos pensaron que Tigres perdió la Libertadores por pecar de inocentes frente a defensores muy curtidos y maleados. Las cosas se pueden repetir si los hombres de Ferretti no se concientizan de que estos partidos se ganan con el cuchillo entre los dientes y con el corazón en la mano.