Un vistazo a la tabla general nos cuenta la historia de Tigres y Gallos en el Apertura 2016: mientras los primeros acumulan 30 puntos, los segundos sólo tienen 17. Los de Monterrey son una de las mejores defensas del certamen con únicamente 11 goles admitidos, mientras los de Querétaro son una de las peores ofensivas con únicamente 18 goles anotados.
Un ojo de Tigre en el Volcán contra Gallos y el otro en Pachuca
Los felinos norteños precisan un triunfo contra Querétaro y que los tuzos resbalen frente al América para escalar al subliderato final de la tabla.
Por eso la preocupación de Tigres en la última jornada es ganar para intentar conseguir el segundo lugar de la tabla y así en teoría conseguir rivales más asequibles jugando los cierres en casa. A la escuadra dirigida por Víctor Manuel Vucetich lo que le queda es el sabor amargo de haber ganado una Copa MX y no poder jugar la Libertadores.
Alguien que también tiene cuentas pendientes es André Pierre Gignac. El campeón goleador del torneo anterior ha vivido de noche en el torneo actual con una cosecha de cinco escasas anotaciones. ¿Qué pasa con el artillero francés que no regresa a ser el de hace no mucho?
Como ocurre normalmente en las fechas 17, mucho de lo que está en juego en un campo está influenciado por lo que ocurre en otros. Es el caso del Pachuca-América donde es necesario que los hidalguenses pierdan puntos para que los Tigres los puedan rebasar.
En el campamento emplumado, el juego en Monterrey puede significar el último para varios miembros de la plantilla. Es el caso del chileno Patricio Rubio, el estadounidense Luis Gil o el argentino Neri Domínguez, quienes no lograron consolidarse en la Liga MX.
Así las cosas, el duelo en el Estadio Universitario ante un rival eliminado puede ser ocasión para que Tigres y Gignac dejen a un lado las dudas de cara a la liguilla. Se aproxima diciembre, un mes en el que los felinos han logrado sus últimos dos títulos de liga.