Seattle Sounders era casi incontenible.
Con la llegada de Lodeiro y la salida de Schmid Seattle Sounders inicia una nueva etapa
Terminó una época de ocho años en el club Esmeralda con una cuenta pendiente; asignatura que ahora recae en la nueva era del club.
A través de los años, defensivamente obtuvo la solidez necesaria, con veteranos que aportaban la calma y la experiencia, y con jóvenes explosivos. En la media cancha, consiguieron a los hombres ideales para contener los ataques, recobrar el esférico y comenzar la construcción por medio de talentos que encajaban en un espectacular tejido de jugadas a base de un tiki taka Esmeralda. Y al frente, los nombres fueron cambiando, pero cada vez que llegaba uno nuevo, era igual o más letal que el anterior artillero.
El candidato de Cascadia campaña a campaña, se coronó cuatro veces en la U.S. Open Cup, ganó un Supporters’ Shield, y clasificó siempre a los Playoffs desde su llegada a la MLS en 2009. Internacionalmente fueron el primer 'emelesero' en el actual formato de CONCACAF Champions League en vencer a un cuadro mexicano en una fase de eliminación directa.
En el banquillo, uno de los técnicos más ganadores de la historia en el fútbol de Norteamérica, le dio un estilo definido a los Sounders, construyó un equipazo, y año tras año se hacía más fuerte.
Lo único que faltaba era la MLS Cup para culminar uno de los ciclos más exitosos, en todos los sentidos, en la historia de la MLS.
La mesa estaba servida en 2014, pero en su camino se atravesó su bestia negra, LA Galaxy. En 2015, la mesa seguía ahí, con un asiento vacante reluciendo con Esmeraldas de Cascadia. Por fin se deshicieron de su némesis galáctico, pero un descuido de último minuto y una fatídica tanda de penales ante FC Dallas los volvió a dejar en la sala de espera.
Para colmo de males, la mesa ya no espero más, continuó su coqueteo con Cascadia, pero en lugar de hacerlo con Seattle lo hizo con su archienemigo. Portland Timbers se convirtió en el primer club del Noroeste estadounidense en alzar la MLS Cup en diciembre pasado.
Ahí fue cuando todo comenzó a derrumbarse.
Los nombres claves que el club dejó ir ya no fueron reemplazados por jugadores que respondieran a la expectativa, los veteranos bajaron su nivel considerablemente -con la cabeza en compromisos internacionales-, dejaron desarropados a unos novatos que tenían mucho por aprender y el vestidor, juzgando por las declaraciones de sus futbolistas, estaba resquebrajado.
Tras 20 jornadas en la temporada 2016, Seattle está penúltimo de la Conferencia Oeste, es la peor ofensiva de la conferencia, y tiene más derrotas que cualquier equipo en la liga con 12 descalabros. La dirigencia no soporto más, ya no esperaron ni a los refuerzos del verano, y cortaron al técnico Sigi Schmid.
Quizás el tiempo para el ciclo de Sigi había terminado desde antes, quizás ya no daba para más, o quizás la dirigencia realmente nunca tuvo la paciencia de un proceso ya que a la primera que se vieron en verdaderos problemas, en el borde de quedarse fuera de los Playoffs, optaron por la situación más fácil y cortaron el hilo por la parte más delgada.
Ya nunca lo sabremos, y a pesar de los ya enumerados logros con Schmid, este Seattle pasara a la historia con sabor agridulce, por lo que pudo ser y no fue, lo que pudo ganar, y no gano. Como la Argentina de Marcelo Bielsa, como el Brasil de Zico y Sócrates en los 80’s, como el Real Madrid sin Champions de Hugo Sánchez y Emilio Butragueño, como el Club América de Leo Beenhakker en los 90’s – así con esa misma sensación, con esa misma dulce melancolía llena de frustración…así murió este Seattle Sounders.
La nueva era, viene con técnico interino por lo pronto. Con un Jugador Franquicia que llegó tarde para el Seattle de Sigi, pero a tiempo para recoger las cenizas y reconstruir – el uruguayo Nicolás Lodeiro.
La clasificación a Playoffs está casi perdida, es poco menos que imposible considerando que tendrían que conseguir alrededor de 30 puntos de los 42 restantes para arañar un puesto en la postemporada. Y de las posibilidad de ganar la elusiva MLS Cup, mejor ni hablamos. Pero el reino Esmeralda debe tomar como ejemplo los recientes casos de Colorado Rapids y Real Salt Lake, quienes siguieron intentando en sus desastrosas campañas del 2015, pero siempre pensando ya en el siguiente año, en un proyecto sólido, en traer y darles el tiempo idóneo a refuerzos que sean acordes a lo que buscan.
Comienza una nueva era en el club Esmeralda, no sabemos si mejor o peor que la anterior, pero como todo en el fútbol, las ilusiones se renuevan y la esperanza de saldar la cuenta pendiente en la MLS Cup seguirá ahí aún si la mesa ya no está servida.
Señores y señoras… ¡Seattle Sounders ha muerto, que viva (el nuevo) Seattle Sounders!