New York Red Bulls y D.C. United igualaron 2-2 en un partido que no se definió hasta el último segundo de juego en el Red Bull Arena.
D.C. United rescata un punto en la última jugada del clásico frente a los Red Bulls
Bradley Wright-Phillips marcó el gol 18 de esta temporada regular y lidera la estadística de artilleros.
“Recordamos juntos”, rezaba el tifo que la afición del equipo local exhibió minutos antes del comienzo del encuentro, en referencia al aniversario número 15 de los atentados terroristas ocurridos en Nueva York, Washington D.C. y Shanksville -en el estado de Pensilvania- ocurridos el 11 de septiembre de 2001.
Luego del sentido minuto de silencio y de la ejecución del himno estadounidense la tercera edición de esta temporada regular del clásico por la Copa del Atlántico se puso en marcha.
El conjunto dirigido por Jesse Marsch salió a la cancha con la ausencia del capitán Dax McCarty y con las inclusiones de Daniel Royer y Gonzalo Verón como atacantes por las bandas, en reemplazo de los suspendidos Mike Grella y Alex Muyl. El plantel de Ben Olsen, por su parte, sufrió la importante baja por suspensión del enganche argentino Luciano Acosta.
Pese a la ausencia de su principal jugador creativo el club de la capital de Estados Unidos plantó cara en el Red Bull Arena y generó varias ocasiones de peligro frente al arco defendido por Luis Robles. Patrick Mullins, Nick DeLeon, Rob Vincent y Lloyd Sam (en su regreso a Harrison, ahora como rival de los Red Bulls) fueron los elementos más peligrosos en el equipo liderado por Ben Olsen.
Las grandes intervenciones del portero de los dueños de casa impidió que el cuadro Rojo-y-Negro pudiera inscribir un gol en el marcador. La capacidad de resistencia del equipo taurino fue poniendo a su favor el trámite del partido en el último tercio del primer tiempo. En el 35’ Sacha Kljestan generó una gran jugada por la derecha, pegado a la raya de fondo, que finalmente encontró la cabeza de Verón y el primer gol de la tarde.
Un tanto celebrado de manera eufórica por el jugador franquicia argentino, que disfrutó de muy pocos minutos de juego en los partidos de liga más recientes para los Red Bulls. Segundos antes de ir al descanso Kljestan estrelló un disparo contra el palo derecho de la portería visitante, en una oportunidad que podría haber dejado casi sentenciado el encuentro.
La posibilidad de comenzar a sellar la suerte del partido llegó en el décimo minuto de juego del segundo tiempo, cuando Bradley Wright-Phillips superó a Bill Hamid con un fuerte disparo entrando por la derecha. 2-0 para los hombres de Jesse Marsch y 18 tantos en liga para el atacante inglés, que se convierte en el máximo anotador de la temporada regular.
El marcador adverso forzó al DCU a salir a buscar con mayor urgencia el descuento, y eso brindó cierto dominio de la situación el equipo visitante en la última parte del encuentro. Pero las intervenciones de Royer, BWP y Kljestan (que en el segindo tiempo volvió a lanzar un balón que impactó contra el arco de Hamid) volcaron la cancha en beneficio de los Red Bulls.
Pero a un minuto del final del encuentro Steve Birmbaum descontó para la visita y el tiempo de descuento se hizo eterno para el XI de Harrison, Nueva Jersey. En más de una ocasión -inclusive frente a D.C. United- RBNY dejó escapar puntos importantes en los epílogos de varios encuentros en 2016. Y esta vez no fue la excepción... En el cuarto minuto de descuento Lamar Neagle consiguió el empate tras un par de tiros de esquina seguidos, reiterando la historia que semanas atrás tuvo lugar en el RFK Stadium.
No está terminado hasta que realmente termina. Los Red Bulls dejan escapar en el último suspiro la posibilidad de quedar como líderes de la Conferencia Este. Y D.C. United suma de forma agónica un punto que puede servirle en la definición de la última plaza de Playoffs en ese sector. Alegría en el final para la visita, decepción profunda en la afición local.