Por Hugo Chávez Barroso - (@hugocarloscb)
Hace unos días los Toronto Blue Jays de las Liga Mayor de béisbol (MLB) lograron terminar una sequía de 22 años sin clasificar a los Playoffs.
Por Hugo Chávez Barroso - (@hugocarloscb)
Hace unos días los Toronto Blue Jays de las Liga Mayor de béisbol (MLB) lograron terminar una sequía de 22 años sin clasificar a los Playoffs.
¿Cuáles son las posibilidades de que los dos lo hagan el mismo año para darle doble alegría a los fanáticos de la ciudad canadiense?
Al parecer más de lo que creíamos, lo que significa que los aficionados tendrán que romper la alcancía por partida doble en octubre y noviembre.
Toronto FC podría matemáticamente conseguir la histórica clasificación el sábado si vence en casa al Philadelphia Union, y tanto Orlando City como New York City no ganan sus encuentros. Pero aún si no sucede este fin de semana, las posibilidades de que suceda son amplias.
El problema es que es algo difícil de creer para el mundo que rodea a Toronto tras varias tragicomedias de temporadas pasadas, por lo que su sentir es el de “hasta no ver, no creer”.
Algunos de los factores que siembran las dudas es su tremenda fragilidad en la zona defensiva. Aunque esto era más que esperado, Toronto ha pintado desde la campaña pasada para ser un equipo impredecible, reforzadísimo al frente pero con poca ayuda atrás.
Esto es como el vaso medio lleno o medio vacío. Si uno se enfoca en la parte ofensiva, los Escarlatas son espectaculares y deleitan con sus 52 goles que son la mejor marca de la liga. Si el enfoque es en la parte de atrás, la situación contrasta, con 52 recibidos lo cual convierte a la defensa de Toronto en la peor de la liga.
Al técnico Greg Vanney tampoco le han ayudado las lesiones en sector defensivo, ya que no cuenta con un plantel amplio y con capacidad defensiva para una rotación efectiva.
Los fantasmas parecen acechar más a los críticos y aficionados que al equipo, quienes también perciben que hay una dependencia en sus Jugadores Franquicias, incluso para sacar resultados contra los peores equipos de la MLS como Colorado Rapids y Chicago Fire.
Pero Michael Bradley le da poca importancia a estas alturas del torneo al cómo, sino al resultado final.
“Tres puntos. No me interesa la percepción de cómo debió ser el partido. Tres puntos”, declaró Bradley tras la victoria sobre el Fire.
También es cierto que Toronto solo ha derrotado en los últimos meses a los más débiles y contra los fuertes se la vive tropezando. ¿Pero por qué exigirle a un equipo que nunca ha clasificado pelear en la cima? El primer paso es hacer lo que nunca antes lograron: clasificar a los Playoffs. A partir de ahí exigir otras cosas.
Lo que sucede en Toronto es que su alrededor empieza a ver moros en la costa donde no los hay. Sienten la presencia de fantasmas que no existen. El miedo a perder o volver a fracasar le comienza a ganar a las ganas de triunfar. Han sido tantas las decepciones que se les hace difícil creer que el sueño está cerca.
Pero mientras esto no se contagie a la interna del club, Toronto FC estará disipando la incertidumbre muy pronto.