WASHINGTON, D.C.— New York Red Bulls y D.C. United cumplen este año dos décadas de una rivalidad que nació con la Major League Soccer (MLS) en 1996, y que ha desbordado la pasión de jugadores, técnicos y aficionados en todos los escenarios en los que se han enfrentado.
NY Red Bulls y D.C. United escenificarán otra batalla de una histórica rivalidad que ya cumplió dos décadas
El tradicional duelo tiene una rica historia de enfrentamientos que, según los números, los capitalinos llevan la ventaja
Y este domingo 30 de agosto, a partir de las las 7 p.m. ET Red Bull Arena, de Harrison, New Jersey, ambas plantillas jugarán su tercer y último partido de la temporada, un encuentro en el que además de la Copa del Atlántico, estos dos equipos buscarán solidificarse en los puestos de vanguardia de la Conferencia del Este.
Los rivales más antiguos en la historia de la Liga escenificarán lo que promete ser otro de sus ya memorables partidos, con el aliciente de que será el último entre ellos en esta temporada y que permitirá al ganador en el agregado de goles llevarse a sus vitrinas el trofeo regional. Pero más que esa Copa simbólica, la prioridad para los dos equipos será una victoria que les permita sumar tres puntos que serían importantísimos en la lucha por el primer lugar del Este.
D.C. UNITED VA POR LA SUPREMACÍA DEL ESTE
El líder D.C. United (13-9-5, 44ptos) llegará al Red Bull Arena con una ventaja de 4 puntos sobre Nueva York (11-7-6), que con 39 unidades lo escolta en la clasificación.
“Tenemos un partido contra Nueva York, que es un juego muy importante para nosotros y para ellos también”, dijo el técnico del United, Ben Olsen. “Luego tenemos un pequeño descanso y espero que después de ese receso podamos poner a nuestro mejor Once en la cancha, estar saludables y avanzar desde ahí”, agregó el estratega en alusión a los varios lesionados que tiene su club y cuya ausencia a debilitado a su plantilla.
Es que la historia reciente agrega más emoción a este partido.
Luego de que Nueva York eliminara al DC en la semifinal de la Conferencia Este de 2014, las plantillas que dirigen Olsen y Jesse Marsch se enfrentaron en Nueva York el 22 de marzo con una victoria contundente para los taurinos 2-0. Tres semanas después, Red Bulls devolvió la visita al United en el RFK y se llevó un punto como producto de un empate a dos goles.
Pero hay más para comparar. En los tres juegos de la ronda eliminatoria del 2014, el D.C. United ganó los dos en el RFK y empató con un gol de último minuto en el Red Bull Arena, llevando los capitalinos a sus vitrinas la Copa del Atlántico, un torneo regional que anualmente se disputan estos dos clubes en su serie particular.
Sin embargo, entre estos dos clubes siempre cualquier cosa puede pasar.
NEW YORK RED BULLS QUIERE AFIANZARSE DE CARA A LOS PLAYOFFS
Aunque Nueva York se tomó la revancha en los Playoffs del año pasado, las estadísticas históricas le otorgan la ventaja a los capitalinos en esa instancia del campeonato.
United y Nueva York se han enfrentado en los Playoffs en cinco anteriores temporadas con el equipo rojinegro saliendo victorioso en 1996, 2004, 2006 y 2012 y Nueva York en 2014.
Y por si todo eso fuera poco, los estrategas Olsen Y Marsch agregan otro componente histórico al duelo entre estas plantillas. Entre los dos ganaron cinco copas de la MLS como jugadores, tres de ellas con el D.C. United aunque en épocas diferentes: Marsch fue miembro del equipo del DC United que ganó el título en 1997 y Olsen quedó campeón con el DC en 1998 y 2004.
El jugador del DC United, el volante estadounidense-mexicano, Michael Farfán, quien jugó tres años en Philadelphia Union —un rival directo de DC y Nueva York en el Este— conoce la intensidad de estos rivales.
“No creo que nadie tenga que decirme. He visto los juegos y entiendo lo que significan. Yo sólo espero poder salir a la cancha y ayudar a mi club de la manera que sea posible”, dijo Farfán. Una meta que quizás se le cumpla al mexicano cuando el domingo en Harrison, NJ, la casa de los Red Bulls, United y Nueva York jueguen el tercer capítulo de su batalla en este 2015 en la que, seguramente, habrá más historias por escribir.