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    Alfredo Castillo: el fiscalizador de Conade que no comprobó sus gastos

    La Auditoría Superior de la Federación de México detectó irregularidades en las comprobaciones del 31% del presupuesto del ministerio de deportes en 2017.


    Por:
    Ricardo Otero.

    Alfredo Castillo, en el abanderamiento de la selección mexicana de fútbol para Rusia 2018.

    Imagen Mexsport
    Alfredo Castillo, en el abanderamiento de la selección mexicana de fútbol para Rusia 2018.

    Diversos medios mexicanos reprodujeron la información de una serie de anomalías en la gestión del exdirector de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) -el ministerio del deporte de México-, Alfredo Castillo, reportadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el organismo encargado de auditar al gobierno mexicano.

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    La Conade no entregó el 95 por ciento de los 498 contratos que firmó durante 2017 para adquirir o arrendar bienes, que se traducen en 652 millones 724 mil pesos. Esa cifra es equivalente a 31 millones 823 mil dólares -al tipo de cambio del final de 2017- y al 31 por ciento del presupuesto total que se le asignó a la dependencia en aquel año.

    "En cuanto a la atención de las solicitudes para la adquisición de los bienes y servicios, la Conade no presentó el soporte documental de los 498 contratos o requisiciones de 2017, ya que únicamente dispone de la evidencia de 25 de ellos, que representan el 5.0 por ciento del total, y ninguno de ellos incluyó el documento del área requirente, la que recibió el bien o el servicio, ni del monto ejercido de cada contrato o pedido, además, careció de la información que compruebe que sometió a la aprobación del Comité las adquisiciones", se lee en el Resumen de la Auditoría Relevante sobre la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2017 con número de auditoría 169-DS.

    Además, se hicieron 21 transacciones, equivalentes a 262 millones 142 mil pesos (13 millones 331 mil dólares) a proveedores que no estaban dados de alta en el Servicio de Administración Tributaria.

    En ese sentido, Castillo se defendió a través de su cuenta de Twitter al decir que " son pagos realizados por ejemplo a WADA (Agencia Mundial Antidopaje), a la misma Conade, a la embajada de China y Cuba por pago a entrenadores, etc. Por eso no aparecían en el SAT (órgano de recaudación fiscal del gobierno mexicano)."

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    Castillo, quien es abogado de profesión, inició su gestión en Conade en abril de 2015, en sucesión del medallista olímpico Jesús Mena. Amigo confeso del expresidente Enrique Peña, pero sin algún antecedente en gestión deportiva o en el alto rendimiento, su primera función fue fiscalizar las federaciones deportivas y detectar aquellas que incurrían en prácticas de faltas de comprobaciones de presupuesto.

    El alcance de Conade para esa labor está estipulado en la Ley General de Cultura Física y Deporte, que faculta al organismo para auditar a las federaciones que reciben fondos públicos, pero está limitado por la gobernancia y autonomía que les provee la Carta Olímpica.

    El principio de gobernancia limita a los gobiernos de cualquier país para no participar en su toma de decisiones ni en imponer a sus autoridades, para estar en línea con el principio de neutralidad política del movimiento olímpico. Sin embargo, Castillo violó esta disposición cuando, en plenos Juegos Panamericanos Toronto 2015, pidió a la Federación Internacionales de Asociaciones Atléticas (IAAF) apoyar la remoción del titular del atletismo mexicano, Antonio Lozano.

    El caso, así como las quejas de otros dirigentes deportivos -boxeo y tiro con arco, entre otros-, escalaron hasta el Comité Olímpico Internacional, que amenazó con separar a México del movimiento olímpico, lo que puso al país en posibilidad de no ser representado en Río 2016. El propio Comité Olímpico Mexicano también fue uno de los organismos que dejó de recibir dinero público en esta cruzada de Castillo.

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    Además, la Federación Internacional de Natación (FINA) suspendió a su par mexicano, ya que Castillo se negó a pagar una multa de 5 millones de dólares por la cancelación del Campeonato Mundial de 2017, que se le habia asignado a Guadalajara desde 2011. Al final, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) falló a favor del país y se evitó ese pago.

    Después de Río 2016, el foco de la gestión de Castillo fue hacia las Academias Conade, un proyecto que ideó para la detección de talentos deportivos con jóvenes de 12 a 17 años hacia el profesionalismo y la alta competencia y que fue cancelado por Ana Guevara, la actual titular de la dependencia, quien tomó posesión el pasado 1 de diciembre.

    Poco o nada se habló en Conade durante los dos últimos años de la era Castillo sobre la fiscalización de las federaciones deportivas. El tema volverá a estar en la mesa, pero con las cartas del otro lado.

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