LONDRES, Reino Unido, Ene. 22, 2016.- El gobierno británico ordenó a sus embajadores en todo el mundo ejercer presión sobre los líderes del atletismo para votar por Sebastian Coe en la elección presidencial de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés), con el objetivo de garantizar que 'los intereses británicos estén protegidos', revelaron mensajes diplomáticos obtenidos por The Associated Press.
Un escándalo más para Sebastian Coe
Gran Bretaña ordenó a sus embajadores presionar a los líderes del atletismo, para votar a favor de Sebastian Coe como presidente de la IAAF
Luego que un 'Dip-Tel' -- un telegrama diplomático descrito como 'sensible' – fuera enviado a las embajadas y las altas comisiones tres meses antes de la elección de agosto de 2015, los funcionarios británicos señalaron en un intercambio de correos electrónicos que no 'incluía orientación sobre cómo/si los funcionarios políticos pueden ejercer presión por apoyo... si esto cruza alguna raya con la IAAF'.
La IAAF dijo el viernes a la AP que estaba encantada de que el gobierno británico ayudara a Coe.
Las deliberaciones gubernamentales, que fueron entregadas a la AP tras una solicitud de divulgación de información, ofrecen una idea de cómo la maquinaria del gobierno del primer ministro David Cameron se puso en acción para ayudar a una figura de alto perfil a ganar un puesto de trabajo apolítico internacional.
Coe, quien organizó los Juegos Olímpicos de 2012, venció al ex saltador de pértiga ucraniano, Sergei Bubka, por 155 votos a 92 en la elección. Coe anunció en noviembre, tras cuestionamientos de los medios de comunicación tres meses después de la votación, que 63.000 libras (90.000 dólares) fueron gastadas por la agencia de deportes del Reino Unidos, con fondos del gobierno, en la campaña de relaciones públicas.
Coe, un antiguo miembro del parlamento en representación del partido oficialista, utilizó aliados en el partido para tener canales diplomáticos, avanzar en su candidatura y asegurar que estuviera en los 'nombramientos de altos funcionarios', una lista por lo general reservada para asegurar las primeras posiciones en organizaciones como las Naciones Unidas y la OTAN.
Clive Efford, el ministro de deportes del opositor Partido Laboral, dijo que el gobierno no debió ejercer presión a favor de Coe y describió la acción como 'estúpida y grosera'.
'No creo que sea justificable para ningún político interferir en la elección de un presidente de un órgano rector deportivo de esa manera', declaró Efford a la AP. 'Imaginen si estuviéramos hablando sobre (el presidente de Rusia Vladimir) Putin. Estaríamos escandalizados'.
El ex ministro de deportes, Hugh Robertson, quien trabajó en la campaña de la IAAF, se volvió cada vez más ansioso en el intercambio de correos electrónicos sobre los retrasos en las instrucciones a las embajadas para ejercer presión en favor de Coe, advirtiendo: 'Dejaremos caer a Seb'.
Mientras discutían los méritos de lanzar el peso del gobierno detrás de la campaña, un funcionario británico remarcó la oportunidad presentada por el creciente problema de dopaje de los atletas rusos.
En público, Coe siguió restando importancia a las preocupaciones sobre Rusia y respaldó la integridad de sus atletas y líderes, mientras los correos electrónicos pasaban a través de las computadoras gubernamentales a inicios de 2015 destacando cómo el escándalo podría ser ventajoso para impulsar la campaña.
'Podríamos jugar esta (campaña) de bajo perfil con la Oficina del Exterior y la Mancomunidad (FCO)', escribió en febrero un funcionario del Departamento de Cultura, Medios y Deporte. 'Pero debido a la naturaleza de alto perfil de la campaña de Seb, y las acusaciones actuales de dopaje generalizado en el atletismo ruso, podríamos decidir tomar un enfoque más formal para maximizar el nivel de apoyo HMG (gubernamental) que puede ofrecer para asegurar la mejor oportunidad de éxito'.
Sólo hasta que Coe fue electo presidente aceptó que hubo dopaje sistemático en Rusia y un encubrimiento por parte de la IAAF, luego de la publicación de las investigaciones de la Agencia Mundial Antidopaje.
Los primeros cinco meses de la presidencia de Coe han sido eclipsados por el escrutinio de su fracaso por ser más inquisitivo sobre las acusaciones de corrupción que involucran a su predecesor, Lamine Diack, mientras Coe era vicepresidente de la IAAF. Coe también fue criticado por retener el trabajo de comercial de deportes mientras conduce el órgano rector de pista y campo, una cuestión prevista en los correos electrónicos de campaña como una 'pregunta inevitable' que enfrentaría acerca de 'conflictos potenciales'.
Los documentos muestran que el británico Brian Cookson no se benefició de un 'apoyo directo a nivel PM (primer ministro)' similar para su candidatura para ser electo presidente del órgano rector del ciclismo, la UCI, en 2013.