Pese a la discordancia de Kyrie Irving, la NBA fue cautelosa en cuanto a cómo manejaba la situación de la pandemia y un posible regreso a la actividad luego de que la temporada se parara el pasado 12 de marzo cuando Rudy Gobert, del Utah Jazz diera positivo al coronavirus, y que derivó en la cancelación del partido ante Oklahoma City Thunder y el resto de la jornada de esa noche.
¿Habrá perdido el juicio Kyrie Irving en su lucha contra la NBA?
El polémico base de los Brooklyn Nets encabeza un grupo que es renuente a que la NBA reanude.
Se especuló mucho sobre si cancelar la temporada o no, si era correcto seguir un plan de reanudación, si no se debía, cómo, cuándo, dónde, a qué costo y un sinfín de cuestionamientos y posturas se iban apilando una tras otra en los días subsecuentes a la pausa porque no se tenía la suficiente información.
Pero cuando la NBA y la junta ejecutiva del sindicato de jugadores llegaron a un acuerdo a principios de junio para terminar la temporada 2019-2020, apareció la sorpresiva reacción de Kyrie Irving, estelar movedor de los Brooklyn Nets quien tajante dijo, “no apoyo ir a Orlando”, en la referencia obvia del reinicio de la campaña.
La semana de las votaciones para el rearranque de las acciones tras la pausa que provocó el coronavirus, Irving formuló preguntas catalogadas de mundanas. Pero eso no fue todo, incluso fue más mordaz en su opinión al decir: “tampoco estoy con el racismo sistemático y esas porquerías. Algo huele un poco mal".
Aunque Irving está lastimado, y no está en posibilidad de regresar cuando la NBA reanude, tuvo fuertes comentarios en aquella reunión virtual, pero sobre todo apoyo de varios otros jugadores, entre los que se destacan Dwight Howard de Los Angeles Lakers su compañero de equipo Avery Bradley.
Tras esa agitada semana, un jugador que no fue identificado, dijo que Kyrie “está tratando de dar a los jugadores una plataforma para poder tener una discusión en la burbuja, la igualdad racial y la unidad”, además de que generar aquella era una buena decisión.
En una situación similar a la de Irving se halla John Wall, guardia estelar de los Washington Wizards, quien a pesar de haber declarado recientemente que estaba listo para jugar tras una larga recuperación de una lesión de talón de Aquiles que demandó cirugía, cuestionaba la cordura de Kyrie por aquello que dijo de que 'la tierra era plana', pero reforzaba su voz en el tema de no querer ir a Orlando, agregando que no era seguro.
Sin embargo, el argumento principal por el que Kyrie no quiere que la NBA reanude, incluso proponiendo por momentos la creación de una nueva liga, es porque el flujo de una temporada va a restarle reflectores a las protestas raciales que iniciaron inmediatamente después de la muerte de George Floyd el 25 de mayo.
Desde luego, está el otro bando, que, para mala fortuna de Irving, comanda LeBron James, y que apoya el regreso de la NBA en la burbuja, terminar lo que empezaron, una temporada que culmine con un equipo levantando el trofeo Larry O'Brien.
Incluso quienes apoyan el regreso de la NBA en Walt Disney consideran que jugando también serán capaces de gestar un cambio, y no solo eso, hay jugadores que también están viendo otros intereses igual de válidos, como sus finanzas personales, su patrimonio.
Ed Davis, ahora jugador del Utah Jazz, menifestó abiertamente que Irving estaba siendo muy egoísta porque él es de los jugadores mejor pagados en la NBA, pero para el exjugador de Toronto y de North Carolina, la paga correspondiente a cada uno de los juegos restantes, y los de Playoffs, es crucial y no puede renunciar a ella.
Así que decidan ustedes qué tipo de personaje es Kyrie, si se trata de un jugador verdaderamente preocupado por mejorar el clima social de su país boicoteando la reanudación de la NBA, un tipo con pensamiento disruptivo o solo un agitador. Lo que es una realidad es que Irving ha puesto el debate sobre la mesa, sin duda alguna.