Por: Jorge Pinzón Anaya
32 equipos en 32 días: Los Chargers son de Rivers
Se quieren ir de San Diego a Los Angeles pero dependen de Philip.
Los Chargers también tuvieron la intención de cambiar de sede en 2016, pero La NFL solo aprobó la mudanza de los Rams a la ciudad de Los Angeles, por lo que San Diego será todavía la sede de ésta franquicia, por lo menos durante la próxima temporada.
La idea de los cambios afectó el lado deportivo donde los Chargers no marchan como quisieran. En 2015 apenas ganaron 4 partidos y perdieron 12. Nunca fueron capaces de ligar 2 victorias. De los últimos 12 partidos de temporada regular solo ganaron 2. Algo especialmente grave, no ganaron partidos contra rivales de su División, la Oeste de la Conferencia Americana, se fueron 0 – 6 contra Oakland, Denver y Kansas City.
¿QUÉ LES FALTA?
Su ofensiva funciona a medias mientras el quarterback Philip Rivers pueda desarrollar su enorme talento. Rivers carga a todo el equipo, por lo tanto, les falta apoyo total a su líder y no precisamente con mejores receptores, corredores o línea ofensiva, sino con fuerza defensiva que nivele el rendimiento general.
Terminaron el año pasado como el noveno mejor ataque de la NFL, nada mal, pero la defensiva es la número 20 global, ahí radica el desequilibrio que los llevó al desastre durante la temporada 2015.
Para la reconstrucción defensiva convirtieron a Joey Bosa en el tercer seleccionado global durante el Draft. Pero no contaban con que el ala defensivo, egresado de Ohio State, se convirtiera en un dolor de cabeza por situaciones de contrato y perdiera todo el trabajo de pretemporada.
ADICIONES NOTABLES
Travis Benjamin (receptor que jugó 4 años con Cleveland)
Casey Hayward (esquinero que jugó 4 temporadas en Green Bay)
Brandon Mebane (tackle nariz con experiencia de 9 años en Seattle)
¿QUIÉNES SE FUERON?
Mike Scifres (pateador cortado luego de 13 años con Chargers)
Stevie Johnson (receptor lesionado de una rodilla que perderá todo 2016)
¿QUÉ DEBEN MANTENER?
El enfoque ofensivo con Philip Rivers va camino a convertirlos en contendientes durante algunos partidos. Es increíble que a pesar de la marca de ganados y perdidos, Rivers haya tenido la mejor temporada de su carrera en yardas por pase, mantuviera el buen ritmo en porcentaje de pases completos, pases de touchdown e intercepciones.
Un dato que revela el progreso ofensivo con Rivers al mando del ataque, es el hecho de que ninguno de sus receptores superó las 1,000 yardas, pero 7 de ellos rebasaron las 400 yardas, las 30 recepciones y por lo menos 3 atrapadas de touchdown, es decir, la repartición del juego de pases estuvo equilibrada para todos.
Otro dato positivo es la llegada de Ken Whisenhunt como coordinador ofensivo. El ex entrenador en jefe de Tennessee Titans es un experto en ofensivas, ahora tiene la misión de darle apoyo a Rivers para equlibrar la fuerza de la unidad.
COACH PRINCIPAL
La tercera temporada del coach Mike McCoy no fue muy positiva. Sus 2 primeros años resultaron ganadores, ambos terminaron con marca de 9 – 7. En una de ellas (2013) llevó al equipo a los playoffs. Pero en 2015 todo se vino abajo principalmente por lesiones y falta de fuerza defensiva.
El asunto del cambio de sede de la franquicia se convirtió en una distracción para los jugadores preocupados por su futuro. Por lo tanto, el coach tendrá que hacer trabajo especial de motivación para sortear una temporada que, posiblemente, sea muy dura hasta en su propia casa, San Diego.
LA ÚLTIMA VEZ
La última y única vez que los Chargers llegaron al Super Bowl fue durante la temporada de 1994. Los líderes del equipo eran el quarterback Stan Humphries, el corredor Natrone Means y el linebacker Junior Seau.
San Diego abrió la temporada con 6 victorias consecutivas, estaban en ruta de ganar el título de la Conferencia Americana. Means tuvo una espectacular temporada de 1,350 yardas por tierra y 12 touchdowns (ambas cifras lo máximo en su carrera). Seau también registró un récord personal de 155 tackleadas.
El equipo entrenado por Bobby Ross noqueó a Miami Dolphins en la Ronda Divisional y luego a los Steelers por el Campeonato de la AFC. Pero falló en el Super Bowl XXIX al ser aplastado 49 – 26 por San Francisco 49ers.
EL MOMENTO QUE MARCÓ
El 2 de enero de 1982 es una fecha marcada en forma especial para los San Diego Chargers. Ese día enfrentaron a Miami Dolphins en el Orange Bowl, partido de Playoff Divisional de los más dramáticos en la historia de la NFL.
Era la época de la tremenda ofensiva de San Diego con Dan Fouts en los controles de lo que se llamó ‘Air Coryell’, el ataque aéreo más espectacular y productivo en la Liga. Con receptores de manos mágicas como John Jefferson y Charlie Joiner, así como un ala cerrada que marcó para siempre su estilo acrobático y combativo, Kellen Winslow.
De hecho, nada parecía detener a los Chargers rumbo al Super Bowl, excepto por un factor: La defensiva. San Diego era capaz de anotar más de 30 puntos en un partido, pero su defensiva también podía recibir la misma cantidad o más puntos. Trataban de controlar los partidos con ofensiva, ganar yardas y anotar puntos, los que fueran necesarios para ganar.
Así lo demostraron al principio del partido contra los Dolphins al establecer ventaja de 24 – 0 en el Primer Cuarto. Pero aquel equipo de Miami era entrenado por un genio llamado Don Shula. El legendario coach sacó del partido al quarterback David Woodley y metió al veterano Don Strock que también hacía trabajo como pateador de despeje.
Strock encabezó el regreso con 17 puntos anotados en el Segundo Cuarto, destacando la jugada de pase al receptor Duriel Harris quien, antes de caer, lanzó un pase hacia atrás para el corredor Tony Nathan quien se escapó 25 yardas hasta la zona de anotación ante la sorpresa general y el estallido del público. San Diego ganaba 24 – 17 al medio tiempo.
En el Tercer Cuarto el partido se convirtió en un intercambio de puñetazos y anotaciones. Miami empató a 24 puntos, San Diego recuperó la ventaja 31 – 24 luego de pase de touchdown de Fouts a Winslow, pero los Dolphins volvieron a empatar tras pase de Strock a Bruce Hardy.
En el último Cuarto Miami tuvo por primera vez la ventaja cuando Nathan anotó en carrera de 12 yardas. Con 4:39 minutos en el reloj, los Chargers necesitaron un par de milagros para sobrevivir, luego requerirían de más ayuda divina.
El corredor de Miami, Andra Franklin soltó el balón y Pete Shaw de San Diego lo recuperó. Con 58 segundos de juego en la yarda 9 de Miami, Fouts lanzó un pase que se le fue entre las manos a Winslow, pero atrás apareció sorpresivamente el corredor James Brooks para hacer la recepción de touchdown que empató el partido a 38 puntos. Dos milagros para empatar.
Quedaba tiempo para que los Dolphins buscaran la victoria, pero los Chargers tenían de su lado la divinidad eterna, que los ayudaba incluso cuando se equivocaban, como fue el caso de Willie Buchanon quien luego de interceptar un pase a Stock, soltó el balón y los Dolphins lo recuperaron. Miami se encaminó al intento de gol de campo por parte de Uwe Von Schamann para el triunfo, pero apareció Winslow con un enorme salto por encima de los linieros para bloquear el intento y mandar el partido a tiempo extra. Siguen los milagros para los Chargers.
Luego de un partido tan intenso, jugado en el calor de Miami, lo que menos quieren los equipos es jugar tiempo extra. Ambas escuadras mostraban cansancio extremo por lo que ganar se convirtió en asunto de supervivencia.
San Diego tuvo primero el balón y se acercó hasta la yarda 10 de Miami. Desde ahí Rolf Benirschke falló el intento de 27 yardas. Tocaba turno a Miami que también tuvo la oportunidad de acabar el partido, pero otra vez el intento de gol de campo de Von Schamann fue bloqueado, esta vez por el liniero Leroy Jones. Otro milagro a cuenta de los Chargers.
Los Chargers armaron otra ofensiva que se acercó a terreno de gol de campo. Esta vez Benirschke acertó el intento de 29 yardas para la victoria 41 – 38 luego de 13 minutos y 52 segundos jugados del tiempo extra. Es icónica la imagen donde Kellen Winslow es sacado del terreno de juego, exhausto y con ayuda de dos compañeros.
Una semana después los Chargers no pudieron con el frío extremo en Cincinnati y perdieron el juego por el título de la Conferencia Americana. Los Bengals avanzaron al Super Bowl XVI donde perdieron con San Francisco 49ers.