Tom Brady tenía marcada esta fecha en el calendario desde que se ratificó su suspensión de cuatro juegos por su papel en el escándalo 'Deflategate'. Ahora, el quarterback de los New England Patriots está listo para recuperar el tiempo perdido.
Tom Brady regresa y los Browns pagarán los platos rotos
El QB estelar de los Patriots regresa tras su suspensión de cuatro juegos ante unos Browns que tienen a su tercer QB en línea.
El regreso del quarterback, cuatro veces campeón del Super Bowl, representa una inyección anímica en Nueva Inglaterra, que viene de ser blanqueado 16-0 por los Buffalo Bills en casa, y de paso soluciona todos los problemas de los Patriots en la posición, luego de que Jimmy Garoppolo y Jacoby Brisett aquejaran lesiones durante la ausencia de Brady.
En contraparte, las malas noticias en Cleveland parecen acumularse. No basta con ser el único equipo en la NFL que no tiene un solo triunfo en la temporada, sino que ahora se enfrentan a un conjunto candidato al título que recién recuperó a un futuro miembro del Salón de la Fama.
Por si fuera poco, los Patriots tienen una reputación de reaccionar de manera peculiar a las sanciones, solo queda recordar la campaña de 2007, cuando se anunció que serían penalizados con la pérdida de su primera selección de Draft por supuestamente grabar las señales defensivas de sus rivales. ¿El resultado? Apenas la segunda campaña regular invicta en la historia de la liga.
Ante Cleveland, parece que no será necesario mucho más. Brady representa una mejoría inmediata para el ataque número 21 de la NFL, mientras que los Browns tienen la defensiva 27 y la ofensiva 26, sin contar que Cody Kessler, su pasador titular, inició la campaña como el tercero en la línea de sucesión y ahora debe jugar ante las lesiones de Robert Griffin III y Josh McCown.
Brady tiene marca de 5-1 en su carrera ante los Browns, siendo su única derrota en noviembre de 2010, cuando Peyton Hillis corrió para 184 yardas y dos touchdowns y Aaron Hernández recibió los dos pases de anotación de Brady.